Existe un paralelo interesante entre la conversación y el dibujo.
Una de las habilidades que más entrena un dibujante es la capacidad de traducir el mundo tridimensional sobre un medio plano. El primer obstáculo al momento de crear una imagen verosímil, es que al comenzar, competimos entre lo que vemos y lo que creemos ver.
Un buen dibujante se entrena para combatir sus propias tendencias y prejuicios. Dibuja con la mano opuesta, con los pies o con un instrumento nuevo. Se esfuerza por dejar a un lado lo familiar para poder observar y traducir su mundo sobre el papel.
Los vendedores y los consultores, proveemos el mejor servicio al comprender el mundo de nuestro cliente o interlocutor. Es productivo dejar al lado nuestras propuestas y análisis, hasta el momento que tenemos una visión global de las necesidades de nuestro interlocutor.
Escuchar para comprender es un concepto fácil de defender. Si le preguntaras a la mayoría de los vendedores acerca del tema, ellos te dirían que escuchan a sus clientes y que es esencial.
Las prácticas o “Conductas de Entrada” de nuestros programas presentan otra realidad. Los vendedores se enfocan en vender y pierden de vista la necesidad de comprender. Proponen, debaten, refutan, defienden, prometen, en fin, hablan sin dedicarse a escuchar. Se pierden de vista oportunidades y necesidades. resulta un dibujo incompleto, carente de perspectiva.
Escuchar es un acto estratégico y productivo que además, fortalece la relación. En nuestros programas ofrecemos excelentes técnicas para practicar y fortalecer esta destreza. El primer paso es romper la rutina, cambiar los objetivos. Nuestra primera meta debe ser comprender a nuestro interlocutor, para que nuestra propuesta refleje las dimensiones de su necesidad.
Una de las habilidades que más entrena un dibujante es la capacidad de traducir el mundo tridimensional sobre un medio plano. El primer obstáculo al momento de crear una imagen verosímil, es que al comenzar, competimos entre lo que vemos y lo que creemos ver.
Un buen dibujante se entrena para combatir sus propias tendencias y prejuicios. Dibuja con la mano opuesta, con los pies o con un instrumento nuevo. Se esfuerza por dejar a un lado lo familiar para poder observar y traducir su mundo sobre el papel.
Los vendedores y los consultores, proveemos el mejor servicio al comprender el mundo de nuestro cliente o interlocutor. Es productivo dejar al lado nuestras propuestas y análisis, hasta el momento que tenemos una visión global de las necesidades de nuestro interlocutor.
Escuchar para comprender es un concepto fácil de defender. Si le preguntaras a la mayoría de los vendedores acerca del tema, ellos te dirían que escuchan a sus clientes y que es esencial.
Las prácticas o “Conductas de Entrada” de nuestros programas presentan otra realidad. Los vendedores se enfocan en vender y pierden de vista la necesidad de comprender. Proponen, debaten, refutan, defienden, prometen, en fin, hablan sin dedicarse a escuchar. Se pierden de vista oportunidades y necesidades. resulta un dibujo incompleto, carente de perspectiva.
Escuchar es un acto estratégico y productivo que además, fortalece la relación. En nuestros programas ofrecemos excelentes técnicas para practicar y fortalecer esta destreza. El primer paso es romper la rutina, cambiar los objetivos. Nuestra primera meta debe ser comprender a nuestro interlocutor, para que nuestra propuesta refleje las dimensiones de su necesidad.