David Charner
Según el químico, él había hecho una presentación de calidad. Le alegró el flujo de sus ideas. Sintió seguridad y confianza en su presentación y creyó haber impactado a su audiencia. Presentó los resultados de las investigaciones que había llevado durante los últimos años.
Terminó de presentar su última ayuda visual y su audiencia le dio un fuerte aplauso. Abrió la sesión de preguntas y comenzaron a subir las manos en la sala. Manejó las primeras preguntas fácilmente, se referían a los resultados de sus estudios y no le presentaron inconvenitentes.
El químico, sonriente, seleccionó su próximo interrogador. Un miembo de la audiencia se paró y enunció con firmeza, que según el trabajo y las investigaciones de un colega; todas las conclusiones que presentó estaban erradas. El químico se puso pálido, su expresión neutra, como si estuviera congelado. No sabía qué decir, ni cómo responder. Soltó algunos sonidos, pero había perdido el control. Desafortunadamente, recordará esa humillación por el resto de su vida.
Manejar preguntas al final de una presentación, es uno de los momentos más vulnerables en una carrera laboral. Podemos preparar y conocer lo que vamos a presentar, pero nunca sabremos con certeza qué preguntarán, comentarán o cómo nos atacarán. ¡Debemos prepararnos! Sugerimos:
- Espere lo inesperado — Antes de presentar a su audiencia, comparta sus ideas con sus colegas. Invite sus dudas, críticas y comentarios. Anote las preguntas y formule respuestas
- Parafrasee la pregunta antes de responder — Al entender la pregunta, rompa el contacto visual con su interlocutor y repita o parafrasee la pregunta. Esta técnica presenta muchas bondades, la principal es que le da tiempo para pensar
- Termine su respuesta con un nuevo miembro de su audiencia — Esto invita al diálogo y a la pérdida de control
Suerte en sus presentaciones.